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Lavar, ¿con o sin jabón?

Si solo lo hemos usado para nadar, con enjuagarlo con agua del grifo basta. De habernos pasado todo el día vuelta y vuelta en la toalla, “no basta con dar un agua, hay que lavar con jabón neutro”.

 

Lavadora, sí; secadora y suavizante, jamás.

Se pueden lavar a mano o en la lavadora. Pero recuerda: tu bikini no es un traje de maniobras militares. Selecciona un programa delicado y nada de secadora ni suavizante porque también devora los elásticos.

 

Secar a la sombra.

Aunque parezca mentira el sol se la tiene jurada a los elásticos. No se trata de tirarse todo el día bajo la sombrilla, pero sí de tratar evitar secarlo después del uso al sol, que es además un gran enemigo del color y lo va aclarando poco a poco.

 

Evita los centrifugadores.

Por más tentador que resulte secar la prenda en pocos minutos, recordá que los centrifugadores acortan la vida del textil.

 

Atenta al spa.

Los spas urbanos, con su agua clorada caliente y bien cargada de fungicidas no le hacen ningún bien a tu traje de baño. Ponete el modelo más viejo de tu armario para no lamentarlo.

 

Vacaciones en el mar.

Es conveniente enjuagar con agua dulce las prendas lo antes posible tras un baño entre las olas.